Decía una economista en los albores del capitalismo algo así como que los recursos son limitados, mientras que los fines son siempre ilimitados.
Algo parecido pasa con mi tiempo, por suerte o por desgracia, tengo espíritu renacentista y me intereso por un amplio abanico de temas y en la era de la información necesitaría 30 vidas para poder digerir todos lo que se publica sobre los temas de mi interés y además …. hay que ganarse la vida, sino no hay dinero para pagar la ADSL a través de la cual puedo escribir este diario de bitácora.
Este preámbulo pretende ser una pequeña disculpa por haber tenido tan desatendido este espacio personal. Intentaré que el post numero 3 no tarde un año ;-)
Me preguntaba mi amigo Xavier en una entrañable y nocturna tertulia radiofónica, que cómo se define actualmente un informático. La informática en sus orígenes consistía en computar datos estadísticos del censo de población, mediante las famosas tarjetas perforadas introducidas en una gran máquina, entonces era más fácil definir que es la informática, pero ni siquiera existía acuerdo en la palabra para definir esta nueva ciencia, pues a la máquina que hacía ese trabajo, los anglosajones la llamaron computer y los franceses ordinateur , ya se empieza a adivinar que se trata de una máquina que hace cosas diferentes según la demanda del usuario, hasta entonces las máquinas se creaban para realizar una única función, un ordenador puede ser una cosa totalmente distinta, según el software que le introduzcamos. Esto de por sí es revolucionario, veremos por qué.
Volviendo a mi tertulia, le respondí que de hecho la familia de los informáticos se compone a su vez de una creciente cantidad de familias, tribus y células, porque estamos todos conectados en una red humana por la que circulan conocimientos, emociones y experiencias y como pasa en todas las familias, no sabes bien bien que hace la otra familia y tampoco puedes ser un experto en el bastísimo territorio que constituye hoy las TIC, por lo que cuando precisas un conocimiento que no tienes, lo buscas en un compañero (otra familia) que disponga de él y a su vez estás disponible para compartir tu conocimiento con quién lo necesite, al contrario de lo que pasa con el dinero, compartir el conocimiento no te empobrece, sino justo al revés.
El impacto de este argumento en la cohesión social, en la mejora de la calidad de vida, en la cultura y el avance técnico es sin duda enorme, por eso, no es posible dedicarse a esta ciencia sin un sustrato humanístico, detrás de las redes telemáticas y de los ordenadores, hay personas, lo que afecte a las redes, afecta a las personas.
En próximos mensajes, me gustaría hablaros de la “generación Nintendo” , referido a la generación de niños que ha crecido con la tecnología en sus manos, y cómo hay que educar a los niños de hoy en el uso inteligente de la tecnología, porque lo cierto que ésta va muy por delante de lo que nosotros somos capaces de hacer.
Algo parecido pasa con mi tiempo, por suerte o por desgracia, tengo espíritu renacentista y me intereso por un amplio abanico de temas y en la era de la información necesitaría 30 vidas para poder digerir todos lo que se publica sobre los temas de mi interés y además …. hay que ganarse la vida, sino no hay dinero para pagar la ADSL a través de la cual puedo escribir este diario de bitácora.
Este preámbulo pretende ser una pequeña disculpa por haber tenido tan desatendido este espacio personal. Intentaré que el post numero 3 no tarde un año ;-)
Me preguntaba mi amigo Xavier en una entrañable y nocturna tertulia radiofónica, que cómo se define actualmente un informático. La informática en sus orígenes consistía en computar datos estadísticos del censo de población, mediante las famosas tarjetas perforadas introducidas en una gran máquina, entonces era más fácil definir que es la informática, pero ni siquiera existía acuerdo en la palabra para definir esta nueva ciencia, pues a la máquina que hacía ese trabajo, los anglosajones la llamaron computer y los franceses ordinateur , ya se empieza a adivinar que se trata de una máquina que hace cosas diferentes según la demanda del usuario, hasta entonces las máquinas se creaban para realizar una única función, un ordenador puede ser una cosa totalmente distinta, según el software que le introduzcamos. Esto de por sí es revolucionario, veremos por qué.
Volviendo a mi tertulia, le respondí que de hecho la familia de los informáticos se compone a su vez de una creciente cantidad de familias, tribus y células, porque estamos todos conectados en una red humana por la que circulan conocimientos, emociones y experiencias y como pasa en todas las familias, no sabes bien bien que hace la otra familia y tampoco puedes ser un experto en el bastísimo territorio que constituye hoy las TIC, por lo que cuando precisas un conocimiento que no tienes, lo buscas en un compañero (otra familia) que disponga de él y a su vez estás disponible para compartir tu conocimiento con quién lo necesite, al contrario de lo que pasa con el dinero, compartir el conocimiento no te empobrece, sino justo al revés.
El impacto de este argumento en la cohesión social, en la mejora de la calidad de vida, en la cultura y el avance técnico es sin duda enorme, por eso, no es posible dedicarse a esta ciencia sin un sustrato humanístico, detrás de las redes telemáticas y de los ordenadores, hay personas, lo que afecte a las redes, afecta a las personas.
En próximos mensajes, me gustaría hablaros de la “generación Nintendo” , referido a la generación de niños que ha crecido con la tecnología en sus manos, y cómo hay que educar a los niños de hoy en el uso inteligente de la tecnología, porque lo cierto que ésta va muy por delante de lo que nosotros somos capaces de hacer.
1 comentario:
Amic Àlex,
Gràcies per tornar a donar vida al teu blog. Jo també confio que no passi un altre any per tornar a llegir els teus comentaris tan interessants.
Xavier
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